Plantador de ranas de arcilla hecho a mano- Comercio Justo-El Salvador

El Salvador ha sido hogar de algunas de las civilizaciones más importantes de Mesoamérica; comenzando con la civilización olmeca en el año 2000 a. C., y seguida poco después por los mayas. En 1522 llegaron los primeros españoles, trayendo consigo una enfermedad que mató a la mayoría de los nativos y condujo a la eventual conquista y ocupación española.

Los españoles convirtieron el paisaje en plantaciones para el cultivo de bálsamo, algodón e índigo. Durante los siguientes cuatro siglos, El Salvador se convirtió en el mayor productor de índigo, que se utilizaba para teñir la tela que salía de las fábricas textiles europeas.

A principios de la década de 1990, después de décadas de guerra civil que asoló a El Salvador y su pueblo, las Naciones Unidas intervinieron para negociar un alto el fuego entre el FMLN, el movimiento guerrillero revolucionario y el régimen en funciones.

En 2003, años de agitación y guerra civil habían asolado a El Salvador y a su pueblo. Había llegado el momento de crear un grupo emprendedor de mujeres artesanas. Buscando una manera de mejorar sus vidas y utilizar sus habilidades y recursos, este grupo de mujeres creó la cooperativa conocida como Las Azulinas.

Hoy Las Azulinas es una cooperativa donde el 100% de las artesanas son mujeres. Producen hermosas prendas y accesorios hechos a mano en color índigo que les permiten a las mujeres cubrir las necesidades económicas tanto para ellas como para sus familias.

La combinación de Las Azulinas de los recursos más preciados de El Salvador la ha convertido en un modelo de empresa de comercio justo en Centroamérica.